La Llama Silvestre es una filosofía del fuego y del alma,
una corriente que recuerda al ser humano su verdadera naturaleza:

 

Ser naturaleza consciente, un puente entre mundos.
 

Nos enseña que,

el fuego no destruye, transforma;
que la tierra no ata, sostiene;
que el aire no dispersa, inspira;
y que el agua no ahoga, purifica.

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No es una doctrina ni una escuela; es una filosofía viva, un modo de mirar y sentir el mundo.
 

Cree en el fuego como conciencia despierta, en la tierra como templo sagrado, en el aire como respiración del espíritu y en el agua como espejo de la emoción pura.
 

Su esencia es recordar que somos naturaleza consciente, chispa del mismo fuego divino que dazan los soles.
 

Ser una Llama Silvestre es vivir con la inocencia del niño y la sabiduría de los siglos,
arder sin destruir, iluminar sin quemar, amar sin poseer.